... quedó muy cortito... o_O a ver si lo edito luego... (lo dudo, pero hay esperanza XD)alguien me ha dado la frase inicial y de ahí... solo escribí _ _
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Inmerso en la espesura de los bosques mis ideas comenzaron a florecer, como un ave que prepara el vuelo uno a uno aquellos pensamientos encerrados en mi mente comenzaron a emerger. Era una noche en la que el cielo estaba despejado, con la luna iluminando los senderos por los que me abría paso; donde las estrellas brillaban y saturaban aquel manto, inalcanzable y tan hermoso.
La vida me había llevado hasta ese sitio, buscando algo que la vida me había negado poder observar. Mi tiempo se había detenido en aquella remota era, en la que los grandes se alzaron con vehemencia. Ahora solo veo escombros, nada de la grandeza de esos reinados que cayeron al paso del tiempo. Cuando el mundo cambia, solo puedes hacer un par de cosas, modificarte con el o dejar a tu alma estancada en un espacio y en los recuerdos de un tiempo que no volverá. Y aún así, tu cuerpo puede seguir viviendo.
Soy un ser, de todos temido, pero que daño ya no puede hacer a ningún ser vivo. Después de tanto, mi cuerpo transformado a una relativa inmortalidad ha empezado a ceder como todos ante el cansancio y el hecho de que estar en este mundo por más de lo que una vida debe durar empieza a ser pesado tanto para el cuerpo como para el alma.
Por ahora, solo quiero el descanso que la muerte me puede otorgar. Sin embargo, alguien como yo no puede acceder a eso con facilidad. Por eso es que estoy aquí, intentando encontrarle... a la única persona que puede cumplir ese deseo que agobia a este corazón enfermo.
Porque mi cuerpo ha sido modificado con su magia y solo con ella el tiempo que se ha detenido en mí volverá a correr para llevarme al descanso que espero. No soy una leyenda o ningún ser mítico... soy solo un hombre, que ha tenido la dicha y la desgracia de haber vivido más de lo que cualquiera hubiese deseado.
Fue esa noche cuando al fin pude hallarle, a la persona que llevaba su sangre, porque a pesar de haberme impuesto este castigo, me amaba como a nadie... pero no fue capaz de quedarse a mi lado y abandonó la esperanza en el futuro, dejándome solo con mis lágrimas...
Y ahora, quien estaba frente a mi, era su descendiente, que nada sabía, pero que en su sangre se encontraba la liberación que yo quería. Le había convencido de acompañarme... una niña... y justo ahora la conciencia que ya no creía poseer me decía que no debía cumplir con aquel edicto para poder cumplir mi objetivo.
Su imagen, tan contrastante a la mía, con sus suaves y dorados cabellos, con su piel de porcelana y el cuerpo de alguien que aún no ha llegado a desarrollar los atributos naturales de su figura... ¿Cómo podía quitarle a esta creatura la oportunidad de llegar a la plenitud de su vida?
Y entonces lo decidí, hice un trato con ella, le conté todo y lo que planeaba hacer y que su muerte también podía llevarme a la mía. Ella sólo me observó con aquellos grandes ojos verdes sin inmutarse por la gravedad de mis palabras o por la maldad de mi alma. Así que el pacto quedó sellado.
Algún día yo reclamaría esa oportunidad, mientras tanto su corazón podía seguir latiendo en paz. Le vigilaría como una sombra que sigue sus pasos, sin que nadie pudiese notarlo, hasta el momento en que perdiese toda ilusión y todo deseo... y en ese momento nuestro deceso ocurriría, nuestras almas libres serían...
Nuestros destinos sellados estaban, a menos que el mismo destino me quitara esa última gota de ilusión que aún guardaba celosamente en mi interior....
